Páginas

domingo, 26 de mayo de 2013

34ª Jornada/VI año: Miércoles, 22 de mayo de 2013



Externalización de la Bitácora de Rascamán


Rocío Díaz Gómez
Bitacorera titular del día 22 de mayo de 2013



La Externalización es un fenómeno que consiste en que Rascamán confíe a sujetos privados y ajenos a su propia tertulia la realización de la función de bitacorear.

Este fenómeno en primer lugar nos conduce a muchos interrogantes sobre la tertulia Rascamán y sus tertulianos: ¿Son demasiados? ¿Estamos ante otra burbuja más, en este caso de tertulianos, como la inmobiliaria? Y para terminar: ¿Es necesario que sean de la propia tertulia para hacer la bitácora?

Luego entonces, antes de tomar algunas decisiones, habremos de realizar una reflexión previa para analizar las funciones y responsabilidades atribuidas a cada tertuliano y los efectivos tertulianos con los que cuenta.

Existe un consenso generalizado en los tertulianos de Rascamán de que el cuaderno de Bitácora camina por una peligrosa senda, que podemos verbalizar en una pregunta: ¿En qué medida están dispuestos los Rascamanes a hacer una bitácora que permita continuar el Cuaderno de Bitácora?

Más de tres cuartas partes de los tertulianos respondieron a la encuesta ¿Quién va a hacer la bitácora? Sin contar las miradas bajas y los silbidos distraídos, se ha encontrado una respuesta estrictamente cuantitativa, condicionada directamente por factores económicos de tiempo: “Yo no voy a poder, yo la haré la semana próxima, yo la hice la pasada…”

¿Cómo se puede priorizar este gasto de tiempo, de cabeza, tecla o bolígrafo que supone la bitácora?

Los tertulianos han informado de que están trabajando en las reformas para conseguir un Cuaderno de Bitácora fuerte y flexible que permita dar respuesta a las necesidades de Rascamán y de los tertulianos en un contexto de crisis bitacorera.

Para ello Rascamán tiene que asegurar que sus tertulianos estén motivados. Tomemos pues como síntoma claro de motivación su presencia. Asistieron a la tertulia: Isabel Morión, Paloma Hidalgo, Juan Manuel Criado, Juan Antonio Arroyo, Carlos Yasabe Ceballos, Cinta Guil, Rocío Díaz, Javier Díaz, Paco Fenoy, Paloma Sánchez, Ana González, Alma Pagés, Carmen Frontera, Vicente Vicentrillo, Amelia Peco.

Bueno pues a juzgar por el número de tertulianos parece ser que motivados están.

Rascamán tiene que asegurar también que sus tertulianos tienen refuerzo en sus valores de tertulianos de pro.

¿Tienen don de gentes? Sí, los tertulianos son seres sociables que no paran y no paran de hablar.

¿Se comunican? De nuevo tenemos que contestar que sí. Se comunican y hablan de madres enfermas y recitales varios. Amplían posteriormente la comunicación a las niñas chinas y las jovencitas sirias. Para terminar aterrizando en la vida de Miguel Hernández y Maruja Mallo de la mano de la última conferencia de Isabel Morión, primera tertuliana en llegar al Ruiz y por tanto merecedora del primer turno de palabra.

Llegado este punto los tertulianos se entregan al servicio público de una tertulia, que no es otro que tertuliar. Y tertulian largo y tendido sobre la II República. “Fue una aurora arrojada a su ocaso” según palabras de María Zambrano que nos trae de nuevo Carlos Yasabe.

¿Utilizan los tertulianos nuevas tecnologías? Otra vez en este estudio exhaustivo habremos de contestar que sí. Pues ayudándose del IPad contemplan el cuadro “El nacimiento del trigo” de Maruja Mallo que está en el Museo Reina Sofía. Así como el de “La verbena”…

Y de la biografía de Maruja Mallo, éstos tertulianos saltan y saltan en sus historias, llegamos a la biografía de Dionisio Ridruejo. Ambas biografías parecen fascinantes.

A continuación Isabel Morión delega en sus versos. Nos lee “La injusticia está de moda” que viene precedido de una cita de Carlos Edmundo D'Ory y que termina con estas sabias palabras: “La razón está mucho más feliz en los grupos más pequeños”.

En este momento se produce un cambio en el modelo tertuliano representado por la palabra de Paloma Hernández que nos trae un libro donde han publicado un par de microrrelatos suyos. El libro se titula “La logía de microrrelato” donde 69 antologados que tienen blogs de micros han sido seleccionados para formar parte de él. Nos deja un micro donde hace una espléndida personificación de manos y otro que se titula “Flagelo”. Comentamos la original presentación de sí misma con una sucesión de adjetivos que ella ha escogido para definirse siguiendo las letras del abecedario.

Y es aquí cuando los tertulianos se entregan al servicio público de ilustrarse y hablan de técnica narrativa. En este caso se concentran en el microrrelato. “Hay que tener cuidado de no subordinar la efectividad en la historia a la cuestión literaria”. E inevitablemente hablamos de Monterroso y su dinosaurio. ¿Cuánto hay de ingenio, más que de literatura, en un micro? Interesantes preguntas.

Se incorpora al debate literario el tertuliano Juan Manuel Criado con un nuevo ejemplar de su poemario “Planeta de Autómatas”. En este caso nos trae el poema titulado “Alfa X2”. Otra propuesta valiente manejando la ironía y la onomatopeya.

Es el turno ahora de Juan Antonio Arroyo que nos trae un poema con un mango que tiene un poderío… Un soneto. El tertuliano Juan Antonio se ha reforzado en el valor poético de la literatura y apuesta por un soneto en rima consonante.

Y aquí de nuevo los tertulianos vuelven a entregarse al servicio público de ilustrarse y hablan de técnica poética. En este caso en se concentran en hablar de las rimas categoriales, es decir, cuando se rima en la misma categoría de palabras. En el caso de Juan Antonio Arroyo había cierta inclinación por rimar con adverbios.

Y no podemos dejar de hacer un inciso sobre el refuerzo en el valor tertuliano de la Solución de Problemas que demostraron aquí los tertulianos. Puesto que le ofrecían a Juan Antonio la baza de los encabalgamientos, le aseguraban que jugando con ellos se suavizaría la rima machacona del adverbio. Ay la cárcel del soneto… E incluso hablaron del soneto de pie quebrado, es decir, cuando el último verso no tiene las mismas sílabas.

Cinta Rosa vino a poner el punto narrativo con un relato impregnado de preciosas imágenes. “Sombras y frenos”. Relato que comienza con una potente descripción, con la que rápidamente se visualizaba al personaje.

El maestro Ceballos de Castro toma la palabra y procede a la ejecución directa de leer su poema “Pretende Filis”. Con estrofas sáfico-adónicas. Los tertulianos hablan de geraneos que se fuman, mientras el maestro Yasabe nos cuenta de amores corteses o cátaros frente a amores católicos. “Filis me pide amorosos versos…” Para terminar nos hace una recomendación con palabras de otro: “Este es un libro que toda persona que se precie de ser culta debe leer”. Nos estaba hablando del libro de Denis Rougemont “El amor y occidente”.

Tras este derroche de cultura llega mi voz para leer en voz alta el relato de Charles Chaplin (1889-1997) titulado “El ritmo”: “Solo el alba se movía en la quietud de aquel…” Está muy bien este relato.

Javier Díaz y una tertuliana servidora, Rocío Díaz, hablamos de nuestro paso por Radio Morata, en el apartado de “Quiero dedicar mi momento de gloria a la memoria de…”. Con ello reforzamos otro valor que tiene que tener todo tertuliano que se precie. No estamos hablando de otra cuestión que de “la delegación”.

Paco Fenoy nos sigue a continuación con un poema narrativo que demuestra que está mucho mejor de su mal poético: la sínquisis. Lo que se traduce en una inflamación de la hipérbaton.

Llegado este punto hace su aparición otro nuevo instrumento de tecnología, con el que cuenta los tertulianos: ¡la campanita! Además del Ipad, los tertulianos cuentan con la campanita que es una nueva herramienta que frena el incremento escalonado e incesante de murmullo público.

Con éstas últimas medidas hay un cambio de rumbo en el discurrir del discurso tertuliano, se trata de reducir el tamaño del ya importante ruido público tertuliano. Mientras tanto, Paloma Sánchez habla “el palomés” un nuevo lenguaje que hará furor próximamente en uno de sus nuevos recitales. Al mismo tiempo, Paloma H. va depositando con infinito cuidado las monedas en la mesa de mármol para no molestar a Ana González que ha comenzado con la exposición de sus microrrelatos.

Y es aquí cuando los tertulianos hacen un doble mortal sobre sus valores como tertulianos de pro y demuestran un don de lenguas del que Alma Pagés hace gala al leernos un breve pero intenso poema tanto en catalán como en castellano. “El mar atareado agarra mi deseo…”

A ella le sigue Carmen Frontera con nuevos bríos y micros con esencias de oriente y alacranes.

Para terminar Paloma Sánchez nos recita de memoria uno de sus poemas “… una cosa es creerse sola y otra hacer ruido al respirar para saber que existo…”



A la vista de los datos expuestos y desde el ámbito de la Psicología Social podemos afirmar que la Tertulia Rascamán, al igual que otras realidades complejas, es frecuentemente objeto de simplificaciones por parte del exterior. Pero la situación es muy compleja y se presta a la demagogia.

Del mismo modo, declaraciones desde la patronal, apuntan en el sentido de que en nuestro Ruiz no sobran tertulianos.

Tampoco podemos desdeñar la certeza de que las personas beneficiarias de la posible externalización de la bitácora de la tertulia Rascamán podría acabar por definir su espíritu libre e indómito.

¿Consentiríamos eso?

¿Lo consentiríamos?

No señor. Claro que no. Llegado este punto podemos decir que existe una clara preferencia social para que los servicios bitacoreros sean prestados directamente por los propios tertulianos. Luego entonces ¿Quién hace la próxima bitácora?

 
Rocío Díaz Gómez
 25 de mayo de 2013



viernes, 24 de mayo de 2013

33ª Jornada/VI año: Miércoles, 8 de mayo de 2013

 
Era tal la paliza que nos propinó la tormenta...

Era tal la paliza que nos propinó la tormenta, que a la mañana siguiente, a duras penas nos levantamos, tardando más de lo habitual en subir a bordo. Llevaba el sol luciendo más de una hora cuando ocupamos cada uno nuestro puesto. El mar estaba en calma y alguna que otra gaviota nos cortejaba. El barco lo surcaba suavemente y observábamos el caos que nos rodeaba por doquier, con relativa pereza e indiferencia. Puf, cuánto desperfecto. No sabíamos por dónde empezar: o bien comenzábamos por poner orden en el caos de objetos y barriles arrojados por todos lados, y reparábamos los desperfectos, o bien nos curábamos las magulladuras, pues afortunadamente no hubo heridos, aunque sí algún desperfecto en alguna pata de palo y otros objetos ortopédicos, como clavos y tachuelas flojas o ciertas zonas astilladas.

Afortunadamente el velamen mal que tal había resistido el embate de las olas y el timón funcionaba perfectamente. Por lo demás, hasta que nos pusimos manos a la obra, mucha charla sobre los tipos de detergentes más apropiados para limpiar el barco, y no digamos sobre los tipos de martillos a utilizar para clavetear las tablas que habían sido arrancadas por la fuerza de las olas u otras zarandajas por el estilo. Algunas veces daba la impresión que, entre nosotros, había algunos vendedores disfrazados de poetas; cosa que no es de extrañar en los tiempos que corren, en los que el camuflaje es una de las sofisticadas técnicas desarrolladas, ya que la guerra real virtual o psicológica está a la orden del día. Que Dios nos coja confesados. Gracias a que Javier agitó la campana y tras imponer silencio, nos leyó un poema lleno de la nostalgia de la niñez y el transcurso del tiempo, a través de una bicicleta, de esa bici que tanto quisimos, y que reverdece con sus ecos:

“Acostumbran a mentirme los recuerdos

(…)
Temo que algún día

No vuelvan a mi lado.”


Estupendo capitán.

-¡Todo el mundo con la bayeta en ristre!- ordenó Javier, y zas que te zas en un pis pas un cuarto de la cubierta quedó hecho un jaspe. Con qué garbo le dábamos al cepillo de raíces –ras ras ras- en la tarima, que había sido ensuciada por los desechos que el mar devolvía a los intrépidos representantes de la humanidad contaminante. Y entre ras ras ras y zas zas zas, León, para amenizar el trabajo, nos leyó el cuento Mi mono Tomás, descrito a través de un sueño, en el que el mono le obsequia con chillidos de acento gallego, y finalmente se convierte en araña. Cuento lleno de ironía y con mucha carga filosófica.

Un alto en el trabajo nos permitió hacer un receso, y degustar un poco de queso de cabra que Vicente-ayudante de cocina- había elaborado, aprovechando el aterrizaje forzoso de un par de cabras impulsadas por el oleaje del día anterior y que terminaron de bruces en su habitáculo, lleno de comentarios de texto, emitiendo desagradables berridos que, en un quítame estas pajas, le arrebataron, sin ningún tipo de consideración, del somnoliento Morfeo. Había que verle increpando a los susodichos cuadrúpedos, y descargar su ira y vergonzosa venganza en los pobres animales, dejándolas sin gota de leche, y rematar la faena con un sabrosísimo queso que nos encargamos de degustar hábilmente, con la prontitud y elegancia que nos caracteriza, mientras Alberto se incorporaba al grupo que, muerto de miedo, nos relató que no se lo tragó el mar porque en el último instante se salvó asido a una botella de ron, cosa que puedo atestiguar pues fui observador de sus traspiés a babor sujeto a la susodicha; suceso singular que aunque resulte chocante no deja de ser real, al igual que el aterrizaje de las dos cabras, que según mis últimas informaciones, venían presurosas después de descarriarse a través de un agujero de gusano (1) El Bar, en los que nos relata la sordidez del sexo en los polígonos abandonados, por aquellas pobres gentes que tienen que ganarse la vida como pueden, y terminar con el cuento titulado Disfraz, escrito con esa prosa tan suelta densa y precisa como nos tiene acostumbrados. Pequeño relato de una loca lleno de sorpresas .Muy bien Ana. Carmen por su parte, nos deleitó con el cuento A fin de cuentas, en el que se narran las disputas de unas vecinas por las alegres meadas, en la escalera, del chucho de una de ellas. Cuento lleno de viveza y gracia, rematado con el lanzamiento de su daga al trozo de queso, que Alberto tímidamente trataba de coger, y que el puñal de Carmen clavó contra la mesa, impidiéndole satisfacer su voraz apetito. Aplausos de los presentes. A continuación Paco, que el día anterior le vimos forcejeando con las olas, amenazándolas con el `puño y lanzándoles una retahíla de insultos, nos leyó un poema centrado en el triángulo escuela-niño-maestra. Poema más bien cercano al relato, al que se le hicieron algunas matizaciones, aunque tenía hallazgos muy hermosos, como el verso:



. Pero en fin, Alberto nos confesó que no nos iba a leer nada, debido a los increíbles sucesos relatados, cosa que aprovechó Ana para releer su cuento

“El chico que de azules levanta su bandera”

Aureliano, que el día anterior le tuvimos que bajar del palo mayor, debido al fuerte viento y el forcejeo con el velamen, que le llevaron tras esa titánica empresa al referido, nos leyó el poema lleno de nostalgia titulado “Una vez un verano en Anatolia”. Algunos versos nos dan idea del mismo:

“Alguna joven griega,

de cabellos obscuros como mi madre entonces,

se había sentado al piano en los atardeceres

sin fin de los estíos”

Paloma Hidalgo, que el día del mar enfurecido, tuvo que sortear a desbocados barriles, corriendo totalmente desarbolada de babor a estribor, lo que duró la embravecida tormenta, nos leyó el micro relato: “De las pequeñas cosas”, que trata de todas las pequeñas cosas vividas. Lleno de nostalgia, dando un broche a una serie de historias de recuerdos de infancia, que había inundado nuestra travesía en aquellos momentos. En la vida, los jóvenes están llenos de campanas que hacia el futuro los encaminan, mientras que en la gente adulta los recuerdos van llenando poco a poco la cesta de su vida. A continuación, cerró su intervención con el micro relato “Pastillas”. Cuento dramático basado en las relaciones madre-hija. Muy en su línea.

Alrededor de las tres de la tarde, reiniciamos el ras-ras-ras seguido del zas-zas-zas, quedando el barco como los chorros del oro, aunque tuvimos entre varios que desprender a una bayeta, que como si se tratase de un pulpo, se había adherido a los brazos y manos de la infeliz Rocío, la cual desesperadamente trataba de desasirse de tan singular cefalópodo, sin conseguirlo a pesar de sus denodados esfuerzos. Extenuada, nuestra marinera y tras tomar un poco de queso, nos leyó su cuento premio polja, titulado Aquel mágico proyector naranja. Historia de recuerdos, de cosas que deseó y no tuvo en su niñez, de los tan esperados Reyes Magos, de su amor a la magia del cine en aquellos primos años. Premiado pues. En fin, tarde de nostalgias. Menos mal, que la intervención de León, descorchando una botella de vino, que hábilmente mangó en sus correrías por los mares del sur, con el garfio que sustituyó a la mano que perdió en un lance debido al mandoble que le propinó un respetable saqueador de las finanzas públicas, nos alegró la caída de la tarde con la proyección de la película “ El sabor de la canela”, que en honor de la verdad ninguno de los presentes prestamos atención a sus sugestivas imágenes, pues la marinería se había dado a la cháchara irredenta. Menos mal que la intervención del campanillazo, nos ayudó a leer el estupendo poema sobre la muerte, de María Antonia Copado. Basten dos versos:

“la losa tuvo un pequeño

resquicio de un olvido”.
Terminó con el poema “Querían más”, que, por el contrario, el graderío lo consideró un poco ripioso. A trabajarlo María. Por su parte, el grumete Andrés, que hábilmente supo sortear la tormenta oculto en la bodega, y sin cumplir con sus obligaciones de echar una mano a la marinería, que a duras penas sujetaba las riendas del barco, nos leyó el poema: “Al egocentrismo absorbente”, que era un ataque a sí mismo. Destaco la metáfora:

“deshojaré todos los claveles de las copas”.

a continuación nos leyó el poema titulado A la guerra en general.

“Lloran las miradas oxidadas

a sus hijos cadáveres”

Me gusta tu prometedora poesía, Andrés.

María Jesús Briones, que no sabemos cómo, se incorporó a la tripulación de buenas a primeras; pero eso sí, una vez que el barco estaba requetelimpio, nos leyó el pequeño acto teatral Señor Pérez Estoico, que trata sobre la gente que de una patada se la declara inservible, en unos papeles, en los que los estragos de la tormenta se hacían notar, y que impedían dar una fluidez a su lectura. Nos relató cosas tan terribles como esta:

“Señor Pérez Estoico:

no le compro:

es un producto caducado.”

Muy bien, María Jesús, esperamos que en la próxima lectura, nos lo vuelvas a releer.

Y la prodigiosa Leo, como una vestal, recordando a Béquer, nos leyó:

“¿Qué es poesía?.

Poesía no eres tú

ni tú….ni tú.

Poesía es lon………gitud”

¿Que es lo que os habéis creído?, digo yo.

Y el que relata, desembarazándose de unas gruesas cuerdas parecidas a una serpiente de enorme longitud, me tenían hecho un lío, leyó el poema titulado Chacachá. Chacachá:

“Chacachá de cachimba

cachimba,chachachá.

Tacatá de la máquina

la máquina tacatá………………………….

………………………………………………………….”

Mientra, Paloma, ajena a los vaivenes del barco, andando por la borda hacía señales de humo, valiéndose del cigarro.

Al poco tiempo:

Arriamos velas al llegar al puerto de una de las Islas Caimán.

Pero eso es otra historia.

---------------
Nota: [1] Un agujero de gusano, es una propiedad del espacio-tiempo, que nos permite recorrer distincias inamaginables sin que transcurra el tiempo, pudiendo pasar de un punto de una Galaxia a otro, por ejemplo



Juan Manuel Criado
21 de mayo de 2013









lunes, 6 de mayo de 2013

32ª Jornada/VI año: Miércoles, 24 de abril de 2013

¿Abuela, qué era una tertulia?

La memoria, caprichosa, me ha traído a la mente una reunión que tuvo lugar hace muchos años, en un lugar que seguramente ya ni siquiera existe. Mis nietos han venido a pasar el fin de semana en casa y quieren que les cuente una de mis historias, por eso, aprovechando este brote de remembranzas, voy a empezar.

-La primavera del 2013 se comportaba todavía como debían hacerlo las primaveras: cambios bruscos de temperatura, lluvias, vientos…Sí hijos, por entonces, todavía disfrutábamos de cuatro estaciones.

No me lo dicen, pero en sus ojos leo lo que piensan, y no me gusta que me tomen por mentirosa, o por loca. Pero voy a hacer como que no he visto nada, y voy a seguir.

-Hablamos del tiempo, de las celebraciones de la palabra (que no eran misas) a las que los afortunados asistieron el fin de semana precedente. Y de Satie, de Guadalajara, de lo mal que nos iban a cuadrar las tertulias de mayo.

-¿Abuela, qué era una tertulia?

-Querrás decir qué es ¿No? Porque siguen existiendo, han tenido más suerte que los árboles…

-Pues eso hijo, son reuniones de amantes de la palabra en todas sus versiones: poetas, narradores, cuentistas, novelistas, ensayista, analistas, profesores –Bueno abuela, sigue, que te estás enrollando.

-Empezó Jorge, nos leyó “14”, un poeta con sorpresa que además de hablar de amores terrenales hablaba de la República, y lo hacía muy bien. Alguien le propuso alguna corrección,

-¿Y no él no se enfadó?

-No, a todos nos ayudaba mucho aquel intercambio de ideas.

-Luego Cinta leyó un fragmento de un libro de Pérez-Reverte titulado “La reina del Sur”. Y hablamos de la LOGSE. Aure tomó el relevo, todavía ufano por el premio de poesía que le habían dado a su hija Celia, nos leyó “El color de la Eternidad” una vez arreglada aquella rima que le trajo de cabeza. Y otro poema delicioso, para franco-españoles “El pájaro Pinzón”.

-Os lo debíais pasar muy bien Abu, ¿verdad?

-Pues sí, yo lo pasaba estupendamente.

-Llegó el turno de los Juanes, los de Colmenar. Juan Manuel, con su innovador y sugerente poema “Mensajes de Media Noche”, con un televisor que saltaba a la comba.

-¿A la comba? Qué era eso, abuela.

–Hijos, un juego simple de cuando yo era pequeña: una soga, una cuerda y el impulso de tus manos y ya estaba: tenías que saltar evitando que la cuerda se enredase entre tus pies.

-No suena muy divertido, Abu.

-Niños tontos, probadlo y veréis.

El otro Juan, Juan Antonio recitó otro poema “Viajeros Infantiles”, una singladura muy interesante, si no recuerdo mal.

Y Rocío nos hizo reír con “De Uros y Logos”. Un montón, Rocío dibujó sonrisas y liberó carcajadas. Y dijo una cita de Mark Twain que haba del cielo y del infierno, que tendréis que buscar porque ya no me acuerdo bien. Ya sabéis que mi memoria está últimamente muy juguetona.

-Sigue, Abu, sigue.

-Esperad, que me he perdido. A ver, sí creo que María Antonia y su poema “Te tengo”, que leyó Carlos, como siempre un torrente de energía.

Y después leí yo.

-Pobrecitos Abu, pobrecitos.

-Bueno, pensad lo que queráis. Los niños sois así, eso mismo comentó Javier, que fue el siguiente, sobre los chavalitos de ocho y nueve años, que tienen una imaginación portentosa. Él llevó una poesía a un colegio y los alumnos debían ponerle título e ilustrarla, y el resultado lo pudimos ver y disfrutar.

-Y Senta, con su “Carta a un amigo” y su “Un real de boda” nos hizo también reír justo antes de que Paco en su poema “Rufino Resuelto” tratara entre sus sínquisis el tema del maltrato.

-Ya empiezo a tener lagunas, creo que luego Carlos recitó un poema erótico.

-¿Erótico, Abu?

-Sí, “Golpes de metal lejanos” que Javier, el coordinador de la tertulia grabó con su Ipad.

-¿Esa tableta que el abuelo guarda en la estantería de los recuerdos? Sí, eso es.

- Alma recitó otro poema, muy bello “Tarot”; y Ana cerró con dos microrrelatos, uno de ellos, muy bueno, dedicado a vuestra abuela “El Gusto de un Sentido” y otro “El Bar”.

-Abu, que se te cierran los ojos. –Abu, ¿Ya no te acuerdas de nada más?

Me pareció que mis nietos me hablaban, pero sus voces se fueron alejando y alejando y alejan…


(Asistentes:
Jorge, Cinta, Aure, Juan Manuel, Juan Antonio, María Antonia, Rocío, Javier, Senta, Paco, Carlos, León, Alma, Ana y yo.)

Paloma Hidalgo
2 de mayo de 2013

jueves, 2 de mayo de 2013

31ª Jornada/VI año: Miércoles, 17 de abril de 2013


VIAJE DE POETAS

Ya estando en el Parnaso particular del Café Ruiz, me encontraba entre aquellos poetas. Cada uno tenia su impronta única, pero aun siendo esa individualidad, era un grupo excepcional. Llegaban poco a poco como el nacimiento de cada estrella en nuestro inmenso firmamento.

Todos reunidos entre espejos y maderas nobles, las cuales presenciaban ese ambiente armónico de todos nosotros. Aureliano Cañadas lleva un hermoso y abundante ramo de claveles con tonos de amor, pureza y ternura.

Comentábamos cada uno nuestras opiniones sobre el premio que ganó otra poeta, que era Celia.
Nuestro capitán, oh mi capitán, Javier Diaz Gil, habló de ese viaje insigne a Guadalajara, entre poetas ilustres, intercambios de deliciosos poemas y encantadores relatos, ese amor a las letras que nos caracteriza a todos los rascamaneros.

Ya jaleaba Rocío Díaz, empiezan nuestras lecturas. La primera es Omega, esta servidora, pues llegué temprano, junto a la Dama Eunice, leí mi poema titulado ”Historia de la Poesía”, era una oda a la misma, la cual era ensalzar esa pasión que tenemos por tal género, la Dama mencionada olvidose su relato, su experiencia personal en el buró.
A continuación, con su voz sublime, era Isabel Morión la que nos deleitaba con un poema “Niebla”. Mis oídos oyeron esa última frase de “anhelando el abrazo/ hace tiempo perdió”, parecía que la pequeña salita de ese Café se llenaba de la evanescente niebla, un tierno romance de esta con la naturaleza y nuestros sentidos, ese viaje era el que empezaba para nosotros y no sólo a la Alcarria.
José Maria Herranz con ese titulo de “A un hermoso muchacho arrojado en la acera” mostraba ese poema el patetismo de consumir droga y sus nefastas consecuencias, ese tren no dejaba de sonar dando paso a la estación “Apagón de la niebla”, nuestro físico singular Juan Manuel representaba a un ilusionista de la tecnología y con las palabras mágicas de “maravillas catapún chinpún” nos sacaba de la chistera la ironía de la prosa poética, en ese instante se marchaba Aureliano con su magnifico ramo, las mejores intenciones y deseos.
Juan Antonio levantaba su maleta, su bagaje de “Las sacerdotisas”, un poema, con las palabras, con las frases ”La fuga de Bach”, ”El Papa en femenino”, todo ello un conjunto de fuerza y sobriedad, de temas religiosos a la par de una reivindicación de las injusticias, asomaba en cada verso algo rotundo y una magnifica verdad.
Detrás en otro compartimento permanecía Paco Fenoy y su “Rufino burlón”, relato de un hecho real donde los haya, un pobre enfermo que se despertó en el cementerio con su vocablo castizo y expresiones populares daba rumbo a una broma expresiva de borrachos sobrios, para un final sorprendente.

Ya pidiendo los pasajes, nos daba crédito Rocio, con su ”Buscándome”, ese titulo inolvidable, la protagonista daba aspecto de estar perdida pero entre las líneas de un libro volvía a encontrar su esencia, esa sensibilidad femenina que derraba su relato único, dulce y tierno como ella.
En su habitáculo personal se encontraba la más veterana del grupo Maria Antonia Copado “Escritos malditos” plasmaba todo su ser, todo su trayecto con su sello de “Javier Distinto” su alter ego artístico.
Sí, ”Corría marzo” y era toda ella en cada ráfaga que su pluma había trazado en su camino.

Amelia Peco iba por los pasillos pisando sus suaves alfombras dando tumbos por ese tren de “Es posible”, “Ser ninfa y ser gusano” resonaba a reencarnación y vida en su poema, en mil expresiones, de etapas que el alma puede vivir en esta existencia. Marchose esta rápida e inusual poetisa.
Paloma Hidalgo, cabalgando en sus microcaminos, “Disolución” con “el regusto amargo que es la soledad” estremecía esa sensación que todos, todo ser humano hemos sentido SOLEDAD, su otra bifurcación “Otoño en primavera” era en sus violetas el dolor de los golpes, ese maltrato que quería extinguirse pero llameaba aún en el alma de su personaje, todo micro para ser macro en la mano de esta prosista directa y ducha en plasmar la esencia de toda gran historia.
Cinta Rosa nos mostraba el esbozo, el boceto de nuestro mapa en este viaje de poetas, un sueño de noche de verano hispano con Áureo personaje que era una alegoría de ese sol brillante y de un pueblo como los nubilios, mundo fantástico que nos hacia soñar, como soñamos todos en nuestros asientos delante del papel níveo. Otros poetas que viajaban en esta larga travesía como Leonor Varela, David Lerma, Eunice Escribano,Carmen Frontera, Alma Pagés, Maria Jesús Briones y Ana González, su presencia era lo que demostraba los poemas y relatos que vivían en su silencio, eran el susurro de los movimientos cadenciosos y reverberantes de esos arboles que en nuestro paseo,en nuestro viaje dan un tranquilo sueño, una visión relajada.
Por último, el capitán, oh mi capitán Javier, no iba a leer nada, a mi suplica cual niña ”Jo, no voy a mencionar uno de tus escritos”, y sacando de su casaca el moleskine electrónico, un poema, era el broche de oro para toda esta entrañable reunión.
Paisaje, "Visión de un crepúsculo en el inicio de la primavera”daba vida a las alas de la poesía, al cuerpo de un ave, nuestra vista es un dédalo de sensaciones y fugaces pensamientos.

Este grupo quedaba en mi mente. En este cuaderno escribo o intentaré escribir lo que Rascamán, ese conjunto de poetas, hacemos. Ese viaje físico que simboliza Guadalajara y también esa metáfora de sonidos,de impresiones que es ese trayecto de nuestros viajes interiores y que juntos somos una singular y única energía al reunirnos entre las paredes y espejos del Café Ruiz. Ni más ni menos somos el ramo fresco, palpitante y aromático de esa tarde, tonos de amor, pureza y ternura hecha carne en estos poetas y prosistas Rascamaneros.

Omega Escribano
30 de abril de 2013