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miércoles, 26 de abril de 2017

26ª Jornada/X año: Miércoles, 19 de abril de 2017

La pequeña Bita y el BIC de cuatro colores


La pequeña Bita ya no es tan pequeña, tengo más de diez años me dice al oído mientras se sienta a mi lado porque, como siempre hace, ha ido uno por uno tirándoles de la manga a los rascamanes para que la dejen sacar de su mochila sus lápices de colores y su cuaderno para ayudarles a escribir la Bitácora de hoy.

Debo ser muy pequeña aún y no me ven, se queja con un mohín de disgusto la pequeña Bita.

Siéntate conmigo, le digo.

Bita saca de su mochila rosa su cuaderno y un boli de cuatro colores BIC que le ha regalado un primo mayor. Yo voy apuntando y luego tú me soplas lo que falta, de acuerdo, le contesto.

A todos os conozco, me dice. Mira, habéis venido: Paco Fenoy, María Juristo, tú, que te llamas Javier Díaz, Rocío Díaz (que fue quien me sentó a su lado la primera vez, el 17 de febrero de 2016 ¿te acuerdas?), Ana Nieto, David Lerma, Carlos Tejado, Iñaki Ferreras, Ana Gonz y José León.

Yo la miro y asiento y ella sonríe.

Ha escrito los nombres con el color rojo y ahora baja muy seria la teclita del color azul para empezar a anotar lo que hablamos.

Escribe "María Juristo", y subraya el nombre con el color verde.

María Juristo podría ser mi abuela, cómo me gustaría. Habla de sus nietos y se la ve feliz. Me podría contar cuentos como este que termina de leer hoy "El niño que buscó su nombre" (y veo que Bita escribe el nombre del relato con la tinta negra y continúa de nuevo con la tinta azul de su boli BIC en un continuo ir y venir de clics que le encantan).

Habíamos leído ya dos partes en tertulias anteriores, le explico a Bita. Sus limpios ojos azules me están diciendo en silencio que lo sabe muy bien: el episodio de la casa en la que el marido mató a su mujer y el de la fiesta del pueblo. El niño va acompañado de su gato Milord (y subraya el nombre del gato con la tinta verde).

Brido, Cordo y Toler son los tres nombres que María le ha dado a cada una de las hebras que cruzan el ojo de una aguja que hay en el cielo. El niño toma consecutivamente cada una de ellas y llega a sitios donde hay hombres diminutos, u hombres sin rostro que le ceden el paso hasta ocupar el primero de la fila, una fila que conduce a la nada. Y la última hebra, Toler, que conduce al fondo del mar. Allí dirá el niño "Dí mi nombre Divina Perla". (Bita es muy rápida con el dictado. Ha anotado todo el párrafo anterior para el que me ha pedido ayuda y me mira pícara mientras subraya en verde el nombre de las tres hebras. Clic, clic y vuelta al azul).

Bita se queda embobada escuchando a María Juristo contar cosas de su faceta musical. Tiene compuestas más de cincuenta canciones.

Interviene ahora Paco Fenoy (escribe Bita y subraya "Paco Fenoy" clic-clic en verde). Dice que corregirá sus haikus cuando Juan Manuel le escriba el prólogo.

¿Sabes qué es un haiku? le pregunto y ella me mira con suficiencia y me repite... ¿no te he dicho que tengo más de diez años? Duda zanjada. Me confunde y me asombra su aspecto frágil y su sabiduría.

Paco ha estudiado los haikus del libro "Sin otra luz" que le presté de Félix Arce, Manuel Díez Orzas y Mercedes Pérez. Dice que encuentra que hay dos tipos de haikus: unos, en los que el paisaje se mueve y otros donde es el ojo el que se mueve. Toma nota con celeridad, Bita. Buena apreciación, Paco, le digo, y leemos algunos haikus de ese libro que demuestran su teoría.

Escucho los clic-clic-clic de Bita, tinta azul para escribir, tinta verde para subrayar, tinta negra para los títulos de los libros...

Ha traído notas en el poema que va a leer, me susurra Bita. Y es que Fenoy no se quiere olvidar de contarnos en su intervención algunas cosas: que le gusta más el José Hierro de los años 50. Dice que los poemas de Cuaderno de Nueva York no son más que una noticia a las que ha puesto música y decoraciones.

Me mira Bita. Es su opinión, Bita, le digo. ¿Lo has anotado? Levanta el boli BIC de cuatro colores triunfante. No se me ha escapado nada, Javier.

Leo un poema de José Hierro de los años 50, de los que él denominada "reportajes": Réquiem, que comienza:

Manuel del Río, natural
de España, ha fallecido el sábado
11 de mayo, a consecuencia
de un accidente. Su cadáver
está tendido en D’Agostino
Funeral Home. Haskell. New Jersey.
Se dirá una misa cantada
a las 9.30 en St. Francis.

Añade Paco que fue Aurora Albornoz quien le recriminó a José Hierro en un acto público que dijera que la mayoría de la poesía de Miguel Hernández era menor.

Clic-clic. Tinta negra para el título del libro de Fenoy: Laberinto sin luna. Lee Paco el segundo poema de ese libro, su Diván del Tamarit particular que ha titulado (clic, tinta negra) Oda a la pobreza.

Qué trajín se trae Bita.

Me da pena no usar el color rojo, pero lo guardo para una cosa, me dice. Ya lo verás. Le guiño el ojo. cómplice.

Olvidada la lluvia sobre el río...

Transcribe Bita el primer verso.

Le cambiamos el orden de las estrofas y la última se la dejamos como penúltima. No le parece mal a Paco.
Dice que ese libro es un ciclo de 19 poemas. Y añade (se lo dicto a Bita) que el protagonista de su libro muere loco, al contrario que D. Quijote que muere "ortodoxo": cuerdo.

Escribe Bita ortodoxo con x. Muy bien. ¿Sólo tiene diez años?...

Es mi turno. No he traído nada mío. ¿Qué vas a leer?, me pregunta bajito Bita.

He traído poemas de dos poetas españoles: Luis Muñoz y Juan Antonio González Iglesias. Una compañera de trabajo me pidió poemas de amor de temática homosexual y recordé estos dos excelente autores. Los poemas que he traído les han gustado mucho.

Dice Rocío que era su turno pero me ha dejado colarme, sin decir nada, porque le gustan mucho los poemas de Luis Muñoz.

Aun así le deja también el turno a Carlos Tejado, me dice Bita.

Carlos se tiene que marchar y ha traído un poema que le instamos (con "ns", muy bien, lo escribe Bita). Sol y sal (clic-clic tinta negra, tinta azul), un poema de amor y arena, como dos croquetas y un móvil que suena.

Rocío no ha traído nada, esta semana no ha tenido tiempo para escribir.

Clic-clic. Subraya en verde Bita el nombre de Rocío y el de Ana Nieto, que es quien interviene ahora. Trae un poema con un título entre paréntesis (Poema inventado). Le sugerimos que quite la palabra sueño porque creemos que el poema gana. Llega León (subraya Bita en verde) en ese momento y le lee el poema Ana Nieto. Le gusta a León. Algunos cambios y listo. Ven cuando quieras, le dice Bita, siempre serás bienvenida. Ana no puede venir muy a menudo.

David (clic-verde-clic-azul) no trae nada pero nos dice que está escribiendo su nueva novela. Lleva unas 50 páginas. Dice que quiere escribir tan bien que le cuesta no hacerse repetitivo.

Dice León (clic-verde-clic-azul) que ha venido en el tren desde Málaga directo con su maleta a la Tertulia. Venía leyendo Frankenstein (clic-tinta negra) de Mary Shelley (clic-clic) y le está encantando la cantidad de historias paralelas que cuenta creando una atmósfera que te atrapa. Hablamos de cómo escribir novela.

He tomado nota de todo esto también, Javier, no me mires así: Frankenstein me encanta, aunque yo soy más del Conde Drácula.

¿Me ha parecido que le brillaban los ojos y le asomaba un colmillo a Bita?

¿Será que llevamos ya mucho rato de Tertulia?

Iñaki Ferreras (Bita me enseña el boli BIC y me hace un doble clic casi ya desafiante) ha traído de Zamora un folleto de la exposición "El rostro de la Letras" que ya se expuso en Madrid. Sólo por ver la exposición ya vale la pena el viaje a Zamora, nos dice.

Bita está desaforada, escribiendo todo lo que se cuenta. Ya no hace falta que le dicte nada. Ha cogido carrerilla y el boli BIC casi echa humo.

Iñaki nos lee un relato/artículo del periódico 20 minutos que le ha gustado firmado por Isasaweis, "Regalo una estrella". (Los clic-clic-clic de Bita son cada vez más estruendosos como haciéndose notar cada vez más pero no dejando de dejar perfecta su combinación de subrayados verdes con título en negro, con texto azul...)

Anagonz tenía una cosa a medias y no la ha terminado. Ha estado en Huelva, ¡donde nació Juan Ramón Jiménez! grita Bita ya casi fuera de sí.

Ha estado viendo la casa de Juan Ramón y nos cuenta las anécdotas que sobre la vida de Juan Ramón y Zenobia ha aprendido.

Los CLIC-CLIC-CLIC suenan ya muy alto y casi nos impiden escucharnos. Miramos a Bita y ella nos mira con los ojos enrojecidos. ¿Dónde quedaron sus limpios ojos azules?

León (CLIC VERDE-CLIC AZUL) nos lee el poema "La música del Titanic". Es un texto que intenta transmitir el efecto de la música mientras se hundía el barco y los músicos del Titanic seguían tocando...

Oh, la, lá
que se moja la punta del frac...

Este vals
es el último vals.

¿HEMOS ACABADO?, me pregunta Bita, sudando, desencajada, mostrándome un breve colmillo.

Sí, le digo algo atemorizado.

Entonces, usaré el color rojo...

Clic-clic

Para poner tu nombre y el mío al pie de la bitácora de hoy.

(Me das miedo Bita, me das miedo...)


Javier Díaz Gil y la pequeña Bita
26 de abril de 2017




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