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viernes, 14 de julio de 2017

35ª Jornada/X año: Miércoles, 21 de junio de 2017


La última, antepaisaje veraneo.


A esta boda miercolesa no participaba el bosque en su pleno.
Faltaban pájaros cantando, grillos acompañando la guitarra,
tampoco vi algunas hormigas preparando cena grande.
Hacía un calor de muerte así que los príncipes, princesas y algún emperador
pasaban largo paso, desde fuera dentro, en el ya conocido Santander.


Fueron Joselyn, la bella, con su palabra amorosa dejando al “trigo cantar futuro entre las hierbas“ y disputando una nueva Cleopatra con León, El Magnifico.

Fenoy, con la segunda parte de su verso roto ante una guerra interminable donde “la paz de la lluvia lenta y cálida/sostiene humedecida tu descanso”.
Interviene como siempre Lorca haciéndonos preguntar qué es lo que hacemos aquí.

Rocío no presenta nada.

Juan Antonio nos mete en el mundo de los rascacielos para seguir a  Ariadna y su hilo.
Hacemos hueco a  Dámaso  Alonso con su verso y la forma de recitar, acertada, por Javier.

Carlos nos presenta un ”Adán con más vocaciones de serpiente" en su relato “ Mamá, quiero ser cotilla”.
Goytisolo se hace presente por ser tan querido y recién desaparecido.

Y empieza la boda .
Joselyn pide un diez,
Javier un nueve alto,
Juan Antonio otro,
León una matricula.
Sube el nueve a diez para Javier por consejo correcto sobre Joselyn,
Carlos tiene prisa y sale , ¡puff!

Yuhooo, yo tengo un diez por reconocer “Elementos” y Ciuleandra empieza su paso sacudiendo vientre, mientras Eminescu, ministrel apoyado en un árbol, degusta una paja entre labios sonrientes, ¡vaya danza!

Rocío sigue sin presentar nada y Celia diciendo que ella no escribe versos y que ”una vez un poema invento una sed”.
Y en este tiempo, el de frente más alta, regalaba diez y a veces once, su nombre y su voz a quien lo ganaba.

Dragontea entra en siete-ocho versos y nos funda en un silencio meditativo: ”¿adónde van los perros cuando mueren?” Y así Aure se queda con el aura, el resto con diez.

Rocío sigue sin presentar nada.

Javier espera que caiga la presa y en “Watering hole” nos avisa de que “el crujido de la rama /nuestros pasos nos relevan “

...y aquí, justo aquí, aparece Rocío y su paja proverbial dónde se convierte en “mala mujer”, débito de su perfecta escritura, asegurando el punto más alto de la hondura hilárica.

Cinta lee su cuento, coge un diez, lo besa con una sonrisa y lo devuelve al aire satisfecha. Nada puede acabar sin Omega, sólo ella puede cerrar solemnemente el undécimo curso Rascamán dándole fuerza para volver al corro.

Y aquí se queda la boda y su magia,
guardando la gente y su misticismo en el verano,
creando nuevas odiseas, nuevos Ulises
en Elementos en peligro por Watering hole.


Mariana Feride
25 de junio de 2017

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