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jueves, 28 de diciembre de 2017

7ª Jornada/XI año: Miércoles, 20 de diciembre de 2017


BITÁCORA PRENAVIDEÑA: Guantes, chilabas y teléfonos.


- Primera parte: "Guantes y chilabas"

Con esa delicadeza suya, esa paciencia, pero con una cierta determinación, el Bossjavi me pide que esta vez me encargue de la bitácora. Y no puedo negarme, hace siglos que no escribo una. Le digo que no tengo ideas, que estoy con la mente en blanco, que debo salir pitando para el Círculo… En fin, que como he sido el primero en llegar, leo el poema de los perros. Y se plantea el debate del alma de los perros y del alma del los Hombres. Yo estoy demasiado cansado para traer a colación toda la crítica que hay en contra de la filosofía tomista, sufrida en  la fac, y fui abrevando por ahí. Nuestro León, en uno de sus rugidos, da en el clavo, diciendo que “La criatura y el creador son la misma cosa. La Naturaleza no necesita creador…”

A continuación Javi nos recuerda que el proyecto “Guantes” sigue vigente. Llega David. León cuenta que, a lo largo de la Historia, se llegó a plantear si las mujeres tenían alma.

Mi paisa Fenoy lee “Guantes impactados”, microrrelato. Debate sobre la inteligibilidad del texto del que yo no entiendo “ná”. Y lo peor es que el resto de los rascamanes, tampoco. Fenoy se coge un cabreo almeriense. Y Rocío lo aplaca, diciéndole que el texto tiene que comprenderse por sí mismo, que él no va a estar siempre presente, con sus “acotaciones”. Fenoy sigue en sus erres y explica el porqué del “adiós, guapo”. Por lo visto a los niños almerienses siempre se les llama “guapos”, aunque sean más feos que Picio. (¿Y quien sería ese pobre Picio, que sin duda tenía que ponerse un saco en la cabeza para ligar?).

Isa Morión lee un poema sobre el paso del tiempo. Javier le corrige el “tupido velo”  que ya está más visto que las cortinas de saco. E I.M. lee un relato sobre la Navidad (de 2008). Ya no recuerdo qué quiere decir esto, pero tengo anotada una observación de Javier: “Cómo me gustaría espiar a mi amiga Reyes”.

Después Francisco de la Torre lee un poema “Paradoja” sobre Jesús, bien, que todos escuchamos con la atención que se merece. Y acto seguido lee “Un momento difícil”, bueno también, pero creo que es más un relato que un poema.

Yo me levanto y voy a hacer un pisisito. En la escalera casi tropiezo con una chilaba o lo que sea. Barbas, turbante y mirada furiosa, alucinada. “Perdón, perdón”, digo, aunque tal vez sea él quien debería pedirme perdón. Y añado el “Misaljer” y un “Salammalaikum” [no conozco la trascripción fonética], pero no me responde. Va disparado. Como si acabara de dejar un artefacto escondido en la cisterna.

Vuelvo y Javier está leyendo un poema de 2009, "Papanoeles rampantes”. Miro el reloj y empiezo a ponerme nervioso, porque hay paros en el metro y no sé si llegaré tarde al Círculo. Javier lee un poema, “Refundación de la palabra”, de resonancias juanramonianas. 

Rocío lee, después de algunas dudas, dice que no lo ha pulido, “La Literatura es una araña”. Tiene ese salero de las cosas “rocieras”, jugando con los nombres del 27, la verdad es que yo estoy hecho un flan ya, poniéndome la trenka y no me entero mucho. Y además es que Joselyn ha llamado por teléfono, nos felicita y dice que vendrá en mayo. Y Javier hace una de esas operaciones de brujería y de repente la tenemos ahí, en la pantalla del ordenador  de Javier, asistiendo a la tertulia. ¡Javier, ten cuidado, niño, que por menos el Santo Oficio quemó a muchos!

Y me largo al Círculo, lo pienso mejor y voy a pata, por la calle de Barquillo adelante. Llego con la lengua fuera, pero a tiempo para leer mi poema “Perros” y escuchar otros y otros. El nivel es bastante bueno esta vez. Menos mal, porque hay días en que uno se pregunta en las tertulias “¿Pero qué hago yo aquí en lugar de estar escribiendo?”

A las nueve cojo el metro hasta Manuel Becerra, paso por delante del parque de Evita y llego a casita. Esta vez, como tampoco es tarde, no necesito a ningún San Jorge. Pongo la tele, interrumpen el noticiario de las 9,30: Atentado yihadista en Madrid, treinta muertos en la Cafetería Santander de la  Plaza de Santa Bárbara.
- ¡Díos mío, dios mío!

- ¿Pero tú no eras agnóstico?

Aureliano Cañadas
27 de diciembre de 2017








- Segunda parte: "¿Treinta muertos?"

Antes de que Aure se quedara pasmado ante el televisor con la noticia de la masacre, nosotros permanecíamos ajenos a la presunta tragedia.

Rocío leía ahora su relato "Magia", premiado en Navalmoral de la Mata, y Joselyn la escucha y la ve en esta Tertulia interoceánica vía Skype que hemos montado.

Enhorabuena, Rocío.
Joselyn nos lee desde Masssachussets un maravilloso poema en el que mezcla la referencia a la Navidad con el conflicto actual de Israel y Palestina. Qué buen poema.
Nos despedimos de Joselyn que está emocionada de haber "estado" con nosotros en el Santander. Lo repetiremos.

Cristina ha acompañado hoy a León y se quedará a la cena de Navidad que celebraremos después. Es la segunda vez que viene a la Tertulia después de mucho tiempo. No ha traído nada para leer pero promete traerlo el próximo día.

Iñaki tampoco trajo nada suyo pero nos dice que está escribiendo un relato de dos amas de casa adictas al optalidón. Nos lee un relato de Internet en el que no aparece la firma del autor. Se llama "La casa junto al mar": La casa cercana al mar tenía un habitante... Es bastante reguleras este relato, no lo remata bien. Hacemos bromas diciendo que no nos extraña que el autor no haya querido poner su nombre junto al relato.

En ese momento me fijo que un tío con una chilaba (¿disfrazado quizá?) nos observa desde la escalera y dando un portazo se marcha enfadado. Ni caso.

Ni caso... porque es el turno de Mariana que nos lee tres poemas. El primero de ellos se titula "Extrañada belleza" y habla de su idea de la belleza desde su punto de vista doble de poeta y pintora: Color antiguos guantes en silencio.

Mariana siempre logra conmovernos.

Fenoy haciendo referencia al segundo poema de Mariana en el que ha eliminado los signos de puntuación habla del futurismo de Maiakovsky, autor que practicó esa técnica. No anoté el nombre del tercer poema. El caso es que el tipo del disfraz de moro no se me va de la cabeza.

Turno de León. Como estamos en Navidad nos lee su divertido "Villancico cannábico"

Ande, ande, ande
la Marimorena
que con con Marijuana
toda noche es buena...

María Jesús nos lee uno de sus acostumbrados microrrelatos efectistas: "No supe lo que eran unos guantes hasta conocerte: un combate de boxeo."

Tenemos que apurar el tiempo porque debemos acabar antes la Tertulia para que nos preparen la mesa. Quedan Celia y María Juristo por leer, pero sólo nos da tiempo a la lectura de Celia.

Celia ha traído el poema "Las ordalías de Dalila", que le da la vuelta al episodio de Sansón y Dalila diciéndonos: Me tendí desnuda entre las flores y esperé a que el Titán se cansara de cortarme el pelo...

Cerramos aquí la Tertulia por este 2017. Pero no nos despedimos todavía pues nos espera la cena navideña en este mismo salón del Santander. Así que subimos arriba y mientras tomamos una copa de cava llegan nuestras queridas Omega y Eunice, que nos faltaban para completar la lista de comensales.

Una cena estupenda: el menú genial, la conversación, los regalos del amigo invisible, la música del acordeón de Iñaki con que hemos rematado esta fantástica velada. Nos lo hemos pasado muy bien y nos despedimos deseándonos Feliz Navidad y poder reencontrarnos el 10 de enero de nuevo para reanudar la Tertulia.

Cuando me marchaba, el camarero, Antonio, me ha hecho un comentario que me ha dejado inquieto. Un tipo con una chilaba ha salido de la cafetería diciendo, "Estos de la Tertulia qué se creerán... ¡se van a enterar!" Serían las ocho y media más o menos cuando salió de aquí, me dice.

No le habían visto nunca en el Santander, me dice Antonio.

Son pasadas las once y media de la noche y nos acoge una noche fría de diciembre.

En el coche, de regreso a casa escucho las noticias en la radio: "Detenido un hombre de mediana edad, que iba disfrazado con una chilaba, autor de un Tweet que informaba de un atentado yihadista en la cafetería Santander de Madrid. Además del tweet utilizó las redes sociales para propagar la noticia falsa de una masacre cometida contra los miembros de la Tertulia Rascamán y que desafortunadamente se dio como noticia de alcance en la televisíón y en otros medios."
"Fuentes de la policía apuntan que el sospechoso no paraba de decir cosas incoherentes como La casa junto al mar es un relato cojonudo, ¡qué coño sabrán estos!"

Qué cosas pasan -pienso-, sin saber aún lo mal que lo ha estado pasando Aure.

¡Feliz Navidad!

Javier Díaz Gil
28 de diciembre de 2017

miércoles, 13 de diciembre de 2017

5ª Jornada/XI año: Miércoles, 29 de noviembre de 2017

El árido veroño y la bitacorera desaparecida

- Primera parte: "El árido veroño se encamina hacia el invierno"


Tengo como asistentes a: María Juristo, Alma Pagès, Inma Calleja, Rocío Díaz, Carlos Tejado, Paco Fenoy, Javier Díaz Gil, Juan Antonio Arroyo, Ignacio Ferreras, Mariana , José León, Cinta , David Lerma , Ana González, Celia Cañadas y Aureliano Cañadas.

En Madrid, el árido veroño se encamina, envuelto en polución, hacia el invierno, tal vez a la espera de que el frío calme la locura humana y su efecto devastador. Otra forma de ayudar a tan digna causa es la fórmula Rascamán: reunirse con gente buena y disfrutar de la literatura. En la sesión de hoy contamos con un nuevo miembro. Irene Calleja. Javier le da la bienvenida y le pide que se presente. Irene es una joven que, nos confiesa, escribe desde pequeña, cuando hacerlo no le era difícil, pero ahora escribe fragmentos que no quiere catalogar. Licenciada en Traducción e Interpretación, ha trabajado durante unos años en Ankara y de vuelta a España asistió a un curso de escritura creativa en Fuentetaja.

Entrando ya en materia, María Juristo lee un poema amoroso, breve pero muy intenso, como suele ser su poesía. Carlos Tejado destaca el hallazgo de "me lloro" que ahonda la expresividad del verso. A continuación, Alma Pagès alude al programa de radio en el que participó junto con Javier Díaz.

Paco Fenoy introduce un motivo de discusión: en opinión del hermano del poeta, "Poeta en Nueva York" es un libro poco trabajado, fruto de la exaltación y del choque cultural con esta ciudad, frente a la tradición y depuración de "Romancero Gitano". Todos coincidimos en que la poesía de García Lorca nunca es improvisada ni gratuita, el poeta es muy consciente de su proceso creativo.

A continuación, Alma da lectura a los dos poemas inspirados en "Ciudad sin sueño" de Lorca. El primero (Me adentro en la ciudad insomne) describe una noche en la gran ciudad y el segundo (Es lento el descenso hacia la noche) refleja una noche interior, bien acogidos por los asistentes. Es ahora el turno de Irene Calleja, que se estrena en la tertulia con un relato breve , "El entendido",  y un poema sin título, con imágenes de gran fuerza. Se le sugieren algunos cambios. Llega el momento de Rocío y de sus brillantes relatos. Este se titula "La cazadora de faros": una mujer recuerda su infancia junto al mar y un faro al que su madre no quiere que se acerquen ni ella ni sus hermanos, misterio que decidirá su profesión. Comenta Rocío que va a presentarlo a un concurso y todos creemos que tiene grandes probabilidades de ganarlo, una vez más.  Alma tiene que abandonar la tertulia, muy a su pesar y ceder el testigo bitacorero.


Alma Pagés
12 de diciembre de 2017














- Segunda parte: "Bitacorera desaparecida"


DESAPARECE UNA BITACORERA EN PLENA 
TERTULIA “RASCAMAN”

La cita semanal transcurría con total normalidad y las habituales lecturas y comentarios de los trabajos, cuando tuvo lugar el suceso. Según fuentes consultadas, la desaparición podría estar relacionada con un caso de ausencia por fuerza mayor. 

DAVID LERMA
Madrid / España
Los relojes iban camino de las 19:00 horas y en la Gran Cafetería Santander se discutía sobre la verosimilitud del relato-leyenda “La viga de Ohanes”, enviado a la lista por Francisco Fenoy. De pronto, varios rascamantes se percataron de la ausencia sobrevenida. En la sala subterránea crecieron los murmullos. Antes de que se instalara definitivamente el desconcierto, y con el fin de garantizar el orden y preservar el recuerdo de la imborrable jornada, se decidió nombrar bitacorero sustituto.

Era el turno de Francisco Fenoy. Fenoy leyó un microrrelato titulado “Guantes injertados” cuya acción se desarrollaba en una casa. En el interior, sus desesperados habitantes pegaban las enguantadas manos a las paredes. Entre los rascamantes reunidos se dialogó sobre de la pertinencia del término “injertados”; se deliberó acerca de la oportunidad de emplear otro lenguaje más al uso; se habló de justificar la existencia de los propios guantes. El debate dejó muy claro que la normalidad había quedado restaurada en la tertulia.       

El siguiente en intervenir fue Javier Díaz Gil. Levemente afectado todavía por la desaparición de la bitacorera, Javier dedicó su turno al recitado de los poemas “Poniente”, “Menstruación“ y “Maternidad”, incluidos en el último poemario de Alma Pagès, que lleva por título “Un cuento oscuro”. Todos los rascamantes sin excepción se deleitaron con los versos de Alma. Antes de terminar, Javier no dejó pasar la ocasión para ensalzar las virtudes líricas y personales de la autora, y aconsejó una lectura pausada y completa del poemario. Desde este periódico queremos sumarnos a la sabia recomendación literaria de Javier.

A continuación, llegó el turno de Mariana. La poetisa de origen rumano leyó tres poemas. En el primero, “Hablando con ella”, la autora mantenía una bella y estremecedora conversación con la muerte. El segundo, titulado “Mirada última”, se reveló como una muestra más del rico y personal universo poético de Mariana, con versos de la talla de los que ahora se reseñan: Cada vez más despacio / el corazón late / en un silencio miedoso / casi perfecto. Del tercero, los redactores de la sección de cultura de este diario, que no obedecen a grupos de opinión, ni están sujetos a interés económico alguno, reunidos en comité de urgencia han decidido por unanimidad calificar de “sublimes” los siguientes versos: Las hojas sueñan en ser raíces / sueñan con regresar dignamente entre las nubes / para caer de nuevo / como el canto de un cisne.         

Después de Mariana intervino José León Cano, colega de profesión, cuya vigorosa pluma ha alumbrado más de una vez el género periodístico. Entre sus trabajos literarios (si es que el periodismo no es literatura, o viceversa) León aludió a su libro de sonetos “Afrodita” y a su poema largo “Ofelia”, que resolvió por su longitud leer en otro momento. En contrapartida, brindó a la concurrencia dos sonetos de verso blanco y alejandrino. Del primero rescatamos los versos tu mano que me forma / tu aliento que me crea, además de este otro: tus ojos constelados de extraños universos. Del segundo diremos que abordaba con maestría versificadora el histórico papel que tuvo Charlotte Corday, quien asesinó en la bañera a Marat, dando lugar al afamado cuadro revolucionario de Jean-Jacques David.

Seguidamente, habló Cinta. Con su primer poema, titulado “Bacante” hubo de recurrirse al libro de estilo del periódico. “¿Se escribe con B o con V?”, se preguntaron los asistentes. Es posible que la desaparición de la bitacorera, aún reciente, les hiciera dudar remitiéndoles irremediablemente al término “Vacante“. El debate quedó zanjado: “Bacante”, con B, de mujer consagrada al dios Baco, también con B. A ella iban destinadas las hermosas recomendaciones del poema: sacúdete el polvo de todos los caminos / abre la puerta del escondite oscuro / báñate cuando bailes en mil amaneceres. El titulo del segundo poema de Cinta (“Grafías inesperadas”) no dio paso a polémicas lingüísticas, pues al final se acordó por mayoría sustituirlo por este otro: “Un cuerpo como un libro”.

Tras Cinta leyó Ana Gonz., un poema en gallego que jugaba con el término ilusión (si es que la ilusión no es en sí misma un juego). Los versos de Ana insinuaban la posibilidad de una vuelta a lo Real, con afirmaciones como estas: También la nube se volvió negra / Ya no hay nada más que ver de las almas. Como lo Real, la vuelta de la bitacorera desparecida seguía haciéndose esperar. Mientras ocurría, se daba la palabra a los últimos intervinientes, miembros representantes de la saga artística de los Cañadas. Primeramente recitó Celia, un poema que contenía una magnífica y muy sugerente gradación, que aquí reproducimos: Pendiente / entre tú y yo hay un instante / una palabra / entre tú y yo hay todavía / una palabra / entre tú y yo, una palabra / No la digas. Posteriormente leyó Aureliano su poema “Espectador”, que ya había sido sometido a juicio rascamante a través de la página compartida, cosechando la acostumbrada rendición admirada de la parroquia. En “Espectador“, Aure dice: Un día / cuando ya no haya días / ni noches / arderá la sorpresa / la gracia, el equilibrio y el aplauso, la risa y la sonrisa / la música… Antes de terminar, Aure tuvo tiempo de recitar en homenaje a Mariana los versos: Yo vengo de Hungría, yo vengo de Hungría / Con mi Mariana me busco la vida. Mariana, que no viene de Hungría, sino de Rumanía, quedó igualmente encantada con la dedicatoria.

Con esto se puso punto final a la jornada. Los Rascamantes recogieron sus enseres y abandonaron ordenadamente la Cafetería Santander en dirección a la fría noche madrileña. Al cierre de esta edición, los últimos datos recabados por nuestros corresponsales, desplazados a los puntos calientes de la noticia, apuntarían a una próxima y feliz resolución de la desaparición que hemos tratado de narrar lo mejor que hemos podido en esta crónica. 


David Lerma Martínez
11 de diciembre de 2017